IMPLICACIONES ÉTICAS Y POLÍTICAS DE LA NUEVA LEGISLACIÓN SOBRE EL ABORTO.

Muchas veces hemos afirmado en clase que la auténtica Filosofía es aquella que se implica en la discusión y la búsqueda de la felicidad de los ciudadanos que en una sociedad democrática tienen el derecho a exponer sus opiniones y expresar sus ideas.
En esa línea, aunque nunca he ocultado mi condición de católico, también es cierto que tampoco oculto mi cada vez más profundo sentimiento de distancia hacia una jerarquía eclesial alejada de los auténticos problemas de los ciudadanos, creyentes o no, y cada vez más imcomprensiblemente alejadas de las cuestiones, principios y fines que se persiguen en una sociedad democrática.
Tres son lo materiales que quiero aportar a esta discusión sobre el aborto que ahora surge en nuestra sociedad.
El origen de los materiales que os ofrezco está en el artículo que José Bono, presidente de la Cámara de Diputados, miembro del PSOE y católico confeso, escribió para El País como respuesta de un creyente a las amenazas de la Conferencia Episcopal de excomunión para quienes apoyaran y votaran favorablememnte esta nueva ley.
En respuesta a este artículo, Arantza Quiroga Cía, presidenta del Parlamento Vasco y miembro de PP, sienta los que serían los argumentos del partido en la oposición en el mismo periódico. No lo puedo afirmar, pero de su escrito deduzco que Quiroga Cía comparte la fe católica de Bono, aunque con diferencias en la comprensión de esta fe en el mundo secular.
Finalmente, la aportación de Adela Cortina , siempre en el mismo diario, supone el necesario arbitraje en la discusión entre ciudadanos en una democracia. Lo que Cortina pretende no es sentar cátedra, sino poner fines y objetivos a una discusión que debe tender a la toma de acuerdos que permitan una moral universal que nos permita convivir más allá de las diferencias. Es la búsqueda de la verdad tal y como propugnaron, aunque desde diversos presupuestos, los autores a los que hasta ahora nos hemos referido en clase: Sofistas, Sócrates y Platón.
Sólo me queda invitaros a ser capaces de pensar por vosotros mismos, tomar vuestras propias decisiones y discutiras y dialogarlas razonadamente cuando se presente el momento. Ya sabéis, Sapere aude, atreveos  a pensar, como dijo Kant, del qe ya oiréis hblar largo y tendido...