jueves, 16 de julio de 2009

La ausencia presente

Hay momentos en la existencia de un hombre en que le cerca el dolor sin medida y sin descanso. Un dolor del que es imposible escapar porque es la marca de la propia identidad. Es el dolor que marca la ausencia de aquél que siempre estuvo en el horizonte como el sol del amanecer, pero que ya se ha ocultado con la impenetrabilidad del sol que se pone. Nunca lo dije. Nunca lo pensé. Nunca se lo dije... y es lo que más duele.

A siete meses de la muerte de mi padre, aún queda tanto por vivir... Pero la vida no deja. Porque el dolor nos cerca, me cerca con la muerte de quienes más quiero, o de aquella a quien apenas empecé a querer...

La muerte me cerca, la muerte me cerca...


Pero aún tengo a ella, mi vida, mi apoyo y aquella que como nadie ha llegado a quererme. Su sonrisa y su llanto, su sueño y su vigilia,... Aún la tengo a ella, 'or should I said she once had me'.

miércoles, 15 de julio de 2009


Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos
caminos sobre la mar

(de Don Antonio)

Lo cierto es que el tiempo va pasando, nos va pasando, que es lo único que nos queda, no quedar sino en el recuerdo de quienes nos han querido y por ello, han ido aceptando nuestro defectos y errores. El resto es ir pasando, consciente de que lo nuestro son caminos en la mar, caminos que se pierden una vez que los hemos trazado sobre el agua del mar.

Pero es en ese ir trazado caminos que apenas nos sobrevivirán lo que nos hace ser lo que somos: no trazamos caminos para quedar, trazamos caminos para ser. Porque sin esos caminos no somos nada. Somos lo que andamos, aunque nadie pueda llegar a saber todo lo que andamos. El camino es nuestro sentido, nuestra huella en la que reconocernos, aunque nadie más llegue a reconocernos...

Caminante son tus huellas
el camino y nada más.
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar
...