jueves, 16 de julio de 2009

La ausencia presente

Hay momentos en la existencia de un hombre en que le cerca el dolor sin medida y sin descanso. Un dolor del que es imposible escapar porque es la marca de la propia identidad. Es el dolor que marca la ausencia de aquél que siempre estuvo en el horizonte como el sol del amanecer, pero que ya se ha ocultado con la impenetrabilidad del sol que se pone. Nunca lo dije. Nunca lo pensé. Nunca se lo dije... y es lo que más duele.

A siete meses de la muerte de mi padre, aún queda tanto por vivir... Pero la vida no deja. Porque el dolor nos cerca, me cerca con la muerte de quienes más quiero, o de aquella a quien apenas empecé a querer...

La muerte me cerca, la muerte me cerca...


Pero aún tengo a ella, mi vida, mi apoyo y aquella que como nadie ha llegado a quererme. Su sonrisa y su llanto, su sueño y su vigilia,... Aún la tengo a ella, 'or should I said she once had me'.

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