lunes, 29 de junio de 2009

Visitar este fin de semana los Dólmenes de Menga y Viera y el tholos de El Romeral, ha supuesto un nuevo encuentro con lo que nos hace más humanos.

Es imposible, si uno quiere ver más allá de lo que aparece, entrar en estas construcciones y no preguntarse por qué aquellos varones y mujeres se empeñaron en una obra que les sobrepasaba. Como afirma algún autor, no es suficiente creer que son tumbas, que sólo sirven para guardar restos humanos. El deseo de integrarse en una naturaleza que es un kosmos, un orden independiente de la voluntad de ser humano, la necesidad de congraciarse con aquél o aquello que rige ese movimiento del kosmos, siempre igual y siempre el mismo,... la necesidad en definitiva de responderse al porqué estamos aquí... Todas estas cuestiones son la puerta de entrada a las respuestas que ellos intentaron, y que 40 siglos después nosotros nos seguimos interrogando.

Como afirmaba Kant, hay preguntas a las que no podemos dar soluciones, pero preguntas también que no podemos dejar de hacernos, porque en la búsqueda de las respuestas nosvamos haciendo lo que somos...


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